Adquiero cierto encanto por mis amaneceres, aquellos que prometen una sorpresa a la vida; que desequilibran a la rutina con un poco de lo inusual.
De lo que ya me he satisfecho, es de las noches inevitables,
de encontrarme con lo mismo... ya intente acercarme a la luna,
pero desde ahí anhelo más lo terrenal.
Siempre he pensado que debo tener los pies sobre la tierra, aunque el corazón se escape de madrugada y me invite a sentir por lo menos un poco más.
Siento que he llegado al ultimo escalón de mi esencia; es tiempo que me deje llevar con el viento y caer como es merecido... quizá alguien alla abajo sienta deseos de atrapar.
O talvez ya he caído tan bajo cuando la profundidad es suficiente para poder regresar...
Adquiero entonces cierto respeto por mí. Brindo por la paciencia que me ha resultado, de adormecer las ansias con un anestecia emocional, para fortalecer mis ganas cuando encuentra una buena razón..
mis oraciones antes de dormir y enfrentarme con la monotonía de mi almohada,
otro cielo oscuro... para gritar mi inconformidad...
Comments