Entre lo animal y lo humano, no nos resistimos a ninguno y nos civilizamos bajo instinto. Prometer pasiones, casi como comprometer emociones, y así nos vamos... presintiendo, sintiendo y consintiendo. Nos juramos tanto, que ahora le sobrevive una sola y digna promesa; La más importante. La que nos hicimos a nosotros mismos; pero a solas, por aparte. Esa misma que menos diseñamos, ésa que más cumplimos, la de olvidarnos. ...Prometheus who changed his mind. AR